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sábado, 17 de abril de 2010

Sabado sabadete...

Hoy es Sabado 17 de abril. Aqui estoy en el trabajo, en mi Ono de mi alma. De momento no está siendo un día malo. Lo peor, la separación con mi hija. Pero bueno, a pasar las horas.

Aqui he estado viendo unos videos de semana santa de Huelva, y alguno de Sevilla. He descubierto que hace unos años, los palios de Huelva andaban con una brusquedad muy diferente del actual movimiento. Realmente muy distinto. Así se ve la evolución. Bueno, mala expresión. Ahí se ve el cambio. Puede que eso no sea evolución; puede que simplemente sea una forma distinta de llevarlo, porque puede que (como todo en la historia de la humanidad) esto sea un pendulo, y se vuelvan a las brusquedades. No lo creo, pero todo es posible.

Esta tarde/noche espero salir con mi familia a pasear, o a comprar, o a merendar, o a lo que sea, pero espero salir. Salir de casa es como estar un libertad; sentir el aire fresco en la cara, percibir el movimiento del mundo. En la cara de mi hija veo como impresiona el mundo. Cualquier cosa insignificante para los adultos, para un bebé es algo increible, jamás visto, nunca imaginado. Cualquier cosa, es realmente algo fantastico. Cuando a mi hija le da el aire en la cara, veo que ella en su ser se pregunta ¿Que es esto que me sopla? y a la vez en su pregunta, se ve como siente emoción, sobrecogimiento. Incluso esboza una sonrisa al ver que es algo desconocido.

Esto me hace reflexionar por la poca importancia que le damos a adultos a todo. Será que despues de una vida todo se hace repetido y se nos olvida lo fantastica que es la vida. El simple hecho de mirarse uno mismo el cuerpo. El simple hecho de pensar, qué nos hace diferentes. El hecho de poder controlarlo casi todo en el mundo. Casi todo. Cosas que se nos escapan es lo que me hace reflexionar día si y día también sobre cual es nuestro papel aqui. Mirar a mi alrededor, ver a tanta gente a la que aprecio, y asumir que todos van a morir, es dificil de asimilar. Creo que eso es lo que la humanidad aun no ha conseguido descifrar. ¿Qué papel tenemos?

De lo que sí estoy seguro es de que no debemos pasar desapercibidos. Que cuando pasen 100 años de mi muerte, alguien se acuerde de mi. Eso me haría enormemente feliz. Saber que he podido dejar algún posible testigo de mi existencia, sería....... ufffff, realmente excitante. Por un lado o por otro, que alguien me recuerde. ¿Que reconfortante verdad? Como decía esa comparsa de Pedro Romero, "El día que yo me muera/ me gustaría simplemente/ que al verme pasar dijeran/ ahí va Fulano ¡Qué wenagente!/ ¡Qué wenagente! ¡Qué wenagente!

jueves, 8 de abril de 2010

Un día más ( y un día menos)

Cada vez tiene menos incidencia en mi persona el trabajo. El estar o no agusto. Como mi madre suele decir, lo que hago es "echar días fuera" e intentar echarlos lo mejor posible. ¿El mejor momento del día? La primera sonrisa del día que mi pequeña me regala cada mañana al despertar. Eso es algo realmente RECONFORTANTE, en mayúsculas. Ya estoy deseando volver a casa tras el trabajo y darle un achunchón a mi niña Rocío. Mi niña Rocío, si es que suena... ¡Que quita las penas del sentío! Para el que no la conozca, decirle que solo es una pequeña niñita de casi 8 meses, pero con el poder y la capacidad de llenar la vida de sus papás. Con casi 8 meses y es capaz de hacer que desde su concepción (hallá por el mes de noviembre de 2008) no hagamos otra cosa más que pensar en ella.

Concebida en unas vacaciones en la Sierra de Huelva, en Cortegana. Unas buenísimas, inesperadas y, como todas, cortas vacaciones. Pero cómo fructificaron... ¡Madre mía! Rocío, la mamá, estaba embarazada. Tras unos meses de espera, por fin llegó el momento; eramos futuros papás.

En un principio, Rocío era una niño. Eso nos dijeron en la primera ecografía. ¡Qué ilusión tenía papá pensando que a la familia venía un nuevo tenor! Teniamos nombre, y ¡ya pensabamos en él!
Tras unos meses, ya nos corrigieron el sexo del bebé. Repentinamente era una niña. Eso a mi no me hizo especial ilusión (todo hay que reconocerlo). Cada vez que volviamos a alguna revisión de ecografía, deseaba que nos dijeran que había algún error y era un niño. Pero eso solo fue un par de veces. Luego empecé a ilusionarme con mi hija. Empezamos a decorar su habitación, a ver algunas ropitas. Y sobro todo lo que colmó el vaso de la ilusión por tener una niña fue la unánime y veloz elección del nombre, Rocío.

Rocío es mi mujer, y Rocío es mi hija. Pero no se llama nuestra niña Rocío por su madre. No por su madre carnal. Si no por su madre celestial, por Ntra Sra del Rocío (patrona de Almonte). Por Ella, es mi niña. Por que Ella nos ha bendecido con su concepción. Por que Ella ha sabido guiarnos siempre para estar bajo su manto y protección. Por que Ella ha sabido guiarme hasta mi esposa, para que consiga llevarme a su camino y verla cada Lunes de madrugada.

¡Viva la Virgen del Rocío!

miércoles, 7 de abril de 2010

¡Ole viva Cádiz!

¡Que foto más bonita he encontrado de Cádiz! Mi ciudad natal, aunque muchos se empeñen en negarmelo. Cierto es que vivo en San Fernando, casi toda la vida he vivido en la Isla. No me da reparo asentirlo, pero yo me siento gaditano, no me siento isleño. Es algo que no se puede evitar. Me he criado con mi abuela materna, en mi Cádiz de mi alma. Mi madre me ha sabido inculcar desde pequeño el amor que se ha de sentir por la ciudad a la que se pertenece. Y aunque yo pertenezco a San Fernando, en cuerpo. No así en alma. Vivo las experiencias de Cádiz, siento como mías las tradiciones gaditanas, participo del floklore gaditano. Aunque no reniego de San Fernando, pero me siento menos de La isla, es irremediable.

Es como mi mujer, Rocío, que por muchos años que lleve viviendo en San Fernando, ella se siente de Huelva. Y se sentirá choquera mientras viva. Eso no es posible cambiarlo, está implicito en la personalidad de cada uno. Al madurar uno asume como propio un lugar determinado, y aunque despues se pase el resto de la vida en otro sitio, siempre sentirá amor y delirio por su tierra, la que ama.

El de siempre

Buenos días, mi nombre es Emilio Navarro ¿En qué puedo ayudarle? Quizás esta sea la frase más repetida de toda mi vida. Cada vez que recibo una llamada en el trabajo, es lo que repito constantemente. Ahora en Mayo haré 2 años repitiendo la dichosa frase, pero bueno, mientras la diga es señal de que tengo trabajo. Antes repetía otra parecida, durante unos 3 años aprox. Osea, que siempre estoy ayudando. Jeje, ¿bonito verdad? bueno a veces ayudo poco, pero intento consolar a los que tienen algun problema con las telecomunicaciones.

Bueno, en este mundo lo mejor que me ha podido ocurrir ha sido conocer a dos buenos amigos. De los que perduran en el tiempo. Ellos saben quienes son, asi que no los nombraré publicamente.

En este aburrido trabajo, poco agradecido, comparto sala y casi ordenador, con mi mujer. Hecho que a muchos soprende. Estamos juntos casi 24 horas al día. Y muy agusto, ¡Sí Señor!. Se puede decir que tenemos discusiones (pocas, la verdad) pero nunca por el trabajo. Vivimos muy bien estando unidos durante tantas horas al día. Estamos tan acostumbrados, que el día que uno libra, se le hace larguísimo al otro. Creo que eso es algo positivo para la pareja. Ese día que cuadra que libra uno, y el otro no, estamos llamandonos cada descanso, o enviandonos mails, o sms. Siempre en contacto. Si fueramos novios, seriamos muy empalagosos, pero despues de 8 años y pico de relación, me parece algo bonito, sinceramente.

En fin, esta es la vida laboral que presento. No es la que más me gusta, pero de momento es lo que hay. Y que no falte, como se suele decir.

martes, 6 de abril de 2010

¡Bienvenido!

Que original el nombre de mi blog! Yo soy Emilio. A alguno le sonará de algo. A ver si es verdad, y me animo a escribir de vez en cuando alguna cosilla por aqui. Lo usaré a modo de diario probablemente. Comentando la vida diaria en mi familia, con mi mujer y mi hija. Mis Rocios; lo mejor que me ha pasado en la vida. A ver si hay algun lector de estas letrillas.